dissabte, 26 de novembre del 2011

El plan infinito

Una història perquè si, una vida, amb infinitat de tombs, proeses,dificultats i algunes esporàdiques alegries, que acaba i ja està, però que es fa de molt bon llegir. Altra vegada apareixen les normalitats dins la més gran de les barroeries, les coses impossibles ocorren sense ni tan sols alterar la realitat y es fan summament mastegables. És la màgia del saber escriure.

I d’entre les 350 pàgines aparèixen àcides, dolces i amargues parrafades que m’agrada emmarcar i recordar:

-A usted le gustarían estos libros, mamá.
-Si, supongo que si. Hay mucho que leer Greg. Con conocimiento y sabiduría sería posible derrocar el mal en la tierra.
-Estod libres dicen, en otras palabras, lo que usted me ha enseñado, que hay una sola humanidad, que nadie debe poseer la tierra porqué nos pertenece a todos, que un día habrá justicia e igualdad entre los hombres.
-¿Y esos libros son religiosos?
- Todo lo contrário, no son libros de dioses, sino sobre hombres. Hablan de economía, política, de história...
-Ojalá no sean libros comunistas, hijo.

En este agujero llega de todo, negros escapando de la miseria, campesinos pobres que todavía creen en el sueño americano, algunos latinos afiebrados por la rábia de los siglos, aspirantes a héroes, psicópatas, y otros como yo, que andan escapando de fracasos o de culpas, pero en combate somos iguales, no importa el pasado, una bala es unagran experiéncia democrática.

La política es un vicio, la gente honesta y trabajadora no la necesita para nada.

El fracaso y el éxito no existen, Greg, són un invento de los gringos. Se vive nomás, lo mejor posible, un poquito cada día, es como un viaje sin meta, lo que cuenta es el camino. Mi abuela decía que no debemos ser esclavos de la prisa.


No te preocupes, hombre, ya nos las arreglaremos, esto no es como en China, aquí siempre se sale adelante, esta tierra es de los atrevidos, no de los prudentes, lo tranquilizaba Reeves. Miraba a su alrededor y veía que no era el único en esa postura, la nación entera sucumbía al aturdimiento del despilfarro.

Le reventaba la falsa virtud de quienes se horrorizaban por un delfín atrapado en una red para atunes mientras pasaban indiferentes junto a los mendigos abandonados en las calles fingiendo no verlos.

No había una resolución moral en la guerra, tampoco había vencedores, todos fomaban parte de la misma descomunal derrota, y ahora, en la vida civil, le parecía que también era así.

Es lo único que te conviene. Cada uno nace con una sola gracia y la felicidad consiste en descubrirla a tiempo.

Hijo, un tercio de las horas de tu vida las pasas durmiendo, un tercio trasladándote de un lado a otro y cumpliendo con las rutinas, y el tercio más interesante se te irá trabajando, por eso es mejor hacerlo con algo que te guste, decía.

Isabel Allende va ser un enorme descobriment literari pels meus ulls.